Aurora &The Betrayers La Riviera

Decía Keyser Söze que el mejor truco que creó el diablo fue hacerle creer al mundo que no existía.

Aurora & The Betrayers llevan años jugando con estrategias demoniacas, despistando y sacando la patita en un mundo musical donde el  taponamiento de nuestros oídos a base de conglomerados populares es cada vez más potente. Han jugado al despiste, ocultando su verdadera y poderosa naturaleza, disfrazándola con estilos musicales que entran como cuchillo en la mantequilla por canales auditivos que agradecen un descanso entre tanto batiburrillo.  Pero por fin han destapado las cartas, han sacado la chistera con el conejo blanco escondido en el doble fondo y han generado un torbellino musical de dureza, sequedad y sonido con mayúsculas llamado “Tune Out The Noise”. La valentía de dar un paso adelante arriesgando en la partida, como si la ruleta del casino Betrayers no solo tuviera rojo o negro sino una paleta de colores que van desde el blanco hasta el gris más plateado. Con el lanzamiento de “Vudú” empezamos a olisquear que había algo que en breves saldría a la luz, atrás había quedado el sonido de “Shadows go Away” que recogía aun las cenizas de una antigua banda que actualmente ha adoptado su personalidad y esencia propias. A La Riviera llegaron los Betrayers para repartir plomo sin piedad, lo veníamos vaticinando, mucho cuidado con ellos porque lo que plasman en su nuevo disco es potencia explosiva, es como una mina en medio de una tienda llena de espejos, si explota, los cachitos de cristal pueden dañar imágenes deformadas y opacas. Una sala La Riviera que resguardaba a la concurrencia del frio y la lluvia, en una víspera de semana santa larga y torrijera, esperaba la apertura del telón para que una concentrada Aurora saliera enfundada en una americana roja setentera, arropada por Luis Pinel y Martin García a las teclas, sonidos infernales y siderales, unas seis cuerdas las de José Funko, bajo rockero y contundente de Paul rodas y la batería de Maxi Resnicosky con un bombo demoledor. Era el momento de dar carpetazo a esa vieja etapa en la que la  identidad propia estaba diluida como una acuarela, y no podía faltar ese homenaje con el lanzamiento de temas como “Shadows go away”, “From love to hate” y “If you could be me”, estos dos últimos envueltos con metales que les dieron textura y colorido. Como si fuera una obra de teatro “Vudu” fue el interludio que ayudo a conseguir el sonido de la nueva era Betrayer y no podían faltar  “Hey, hey!”, la propia “Vodoo” y “Pay me back” con los metales, “You can come back”, “Steppin´To the bad Side”, “Walk to the stars”  y esas elegantes chicas del coro Betrayer, “Losing my mind”y “Fire”.

Aurora lo dijo muy alto y claro, el telón se corría, y el show debe continuar pero dejando atrás una parte de la historia de la banda, y creerme, para un auténtico amante de la música, a aquel que le gusta que le penetren en las neuronas rebuscando y creando bucles interminables donde las melodías se repiten y repiten para mutar en formas musicales distintas a cada bmp, la noticia de este corte es una buena noticia. El rock, los aromas setenteros, la musicalidad del carrete, la psicodelia se han apoderado de Aurora& The Betrayers, quedando un poso negro muy leve , que da toques a lo que actualmente podríamos decir es una sólida roca de criptonita capaz de debilitar a todo aquel que se acerque con la mente cerrada. Esto es un sonido de verdad, rocoso, áspero, loco, sexy, hace que sudes por orificios que no sabías ni que tenías, es pura droga musical,“There Will Come a Time”, “Spiders”, “Bloody eyes”, “I´m Done”, “Tune out the noise” “Holding on” y “Don’t waste more time” fueron cayendo ante las caras de impacto e incredulidad de un público que flipaba en colores, porque no se puede denominar de otra manera el pedazo de show que articularon. Uno de los discos del año, uno de los conciertos del año, y una apertura de ciclo que sabe a gloria para los que realmente aman la música y añoran tiempos pasados donde no existían tantos filtros y simplemente se decía – Prueba a ver qué tal va esto, y si no funciona no pasa nada- la valentía dio grandes bandas que aún no son superadas y el truco que nos propusieron Aurora & The Betrayers terminó con tal éxito que hasta ellos mismo desaparecieron del escenario para aparecer en su próxima etapa con un sencillo chasquido de dedos al terminar el eterno aplauso de la sala La Riviera.

Solo puedo definirlo con una palabra: BRUTAL.

Texto: David Prida (Django Desencadenado)

Fotos: David Prida (Django Desencadenado)

 

 

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