Han pasado unos meses desde que asistimos a un íntimo showcase a trio de los increíbles DEAD COMBO en el mítico Café Berlin de Madrid. En escasos treinta minutos pudimos ver claramente cómo se las gasta la banda de Lisboa. Un nuevo disco bajo el brazo llamado “Odeon Hotel” con portada prodigiosa y contenido hipnótico, fue el causante de una gira por tierras españolas. Quinteto de electricidad impactante, formado por Gonçalo Leonardo al Contrabajo, Antonio Quintino a la guitarra, Goncalo Prazeres al Saxo, virtuoso Alexandre Frazao a la batería y el carisma de Tó Trips a la guitarra.
El Café Berlin descendió al infierno portugués mas placentero del mundo con la llegada de estos señores con Un show donde no faltaron ni los sonidos del Theremin, ecos de Morricone, “Forastero”, “Tom Waits”, todo muy crudo, calentito como carne en piedra hirviendo, lleno de versatilidad, concepto musical, ritmo y oscuridad donde el juego de luces botaba al ritmo de la música como si estuviéramos asistiendo a un cabaret estático lleno de humo sangriento.
Los Lisboetas son un huracán musical que recuerda el sabor de un buen coñac y una gran bocanada de puro humo o humo de puro, instrumentalidad que canta sin cantar donde el gamberrismo no está reñido con la clase y la elegancia, chistera y pañuelo de quinteto de cera pura, familia gangsteril donde las pistolas son instrumentos y las balas temarracos de impresión, sin fin, bucle musical, atemporal e infinito que orgasmiza desde lejos y humedece desde cerca.
Llegaron con Odeon pero hicieron un recorrido por su discografia cogiendo de aquí y allá, un picoteo que nos llevó de viaje al pasado y vuelta al presente con “Electrica Cadente” y “Rumbero” de su Volumen I, “Rodada”, “Mr. Eastwood” de “Quando A alma Nao É pequeña”, “Cuba 1970”, “Lusitânia Playboys” de Lusitânia Playboys, “Povo Que Casi Descalço” del prodigioso “Dead Combo E As Cordas Da Má Fama” y finalmente “Deus me dê Grana”, “Mr and Mrs Eleven”, “The Egyptian Magician”, “As Quica as You Can”, “ Dear Carmen Miranda”y “ Dessassossego” de “Odeon Hotel”.
Un concierto para enmarcar, sold out de escándalo (no cabía un alfiler) deseos de volver a verles pronto y sentir esa brutalidad y ese nervio de una banda que enamora. La parrilla de Dead Combo desgrasó las piezas hasta dejarlas cocinadas, jugosas y bien marcadas para hincarles el diente sin piedad.
Texto : Django
Fotos: Django